Los cepillos de dientes son herramientas fundamentales para la higiene oral. Tener una sonrisa y encía sana depende en gran medida del uso que hagamos de este elemento. Aunque a simple vista parezcan utensilios sencillos, poseen características especiales que nos permiten remover los restos de comida y bacterias que se alojan en la boca. En el mercado existe una inmensa variedad de diseños, pero con este artículo queremos ayudarte a que elijas el más adecuado para ti.
Al igual que ocurre con el enjuague bucal y las pastas dentales. Los diseños y la composición de los cepillos de dientes modernos responden a las necesidades de cada individuo. Una persona que lleve brackets no tendrá las mismas facilidades de higiene, que quienes no usan ortodoncia. En tal sentido, adquirir un cepillo diferente al que usa el grueso de la población, será un acierto para optimizar su limpieza.
Quédate con nosotros y descubre cuántos tipos de cepillos existen y que función cumple cada uno de acuerdo a su estructura. Te sorprenderá la cantidad de opciones entre las que puedes elegir.
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¿Qué características tienen los buenos cepillos de dientes?
Todos los cepillos de dientes convencionales están constituidos por tres partes. Un mango a través del cual podemos sujetarlo. Un cabezal y los filamentos o cerdas que cumplen con la función de barrido al entrar en contacto con el esmalte y las superficies interdentales. Por tanto, esta una de las características más importantes en las que debemos fijarnos. Y que varían, en mucho, en función de las marcas y los precios.
Presta atención a las cerdas
En las farmacias y mercados expenden cepillos dentales de al menos cuatro tipos de cerdas. Suaves, extra suaves, medias y duras. Las que más recomiendan los dentistas son las cerdas suaves. Sin embargo, determinar cuáles son las más apropiadas o favorables, dependerá del estado de salud bucal de cada persona, así como de sus circunstancias inmediatas.
De esta manera, los filamentos extra suaves están indicados para quienes tienen una sensibilidad dental muy elevada o sufren de encía retraídas. También resultan especialmente útiles para la limpieza dental de quienes se han sometido a una cirugía reciente. Sin embargo, no se aconseja su uso para la higiene diaria sostenido, debido que no remueven eficazmente la placa bacteriana.
Los de cerdas medias, por otra parte, se adaptan mejor a quienes cuentan con una excelente salud gingival, es decir, a aquellas personas a las que no les sangran las encías. Y, finalmente los filamentos duros están ideados para quienes no sufren de ningún tipo de problema dental. Aunque también pueden decantarse por cerdas suaves y disfrutar de sus beneficios.
El tamaño del cabezal también importa
El tamaño y la estructura del cabezal determinará las posibilidades de acceder a zonas más recónditas de la boca. Para así garantizar una limpieza más profunda. El cabezal de la mayoría de los cepillos que se comercializan hoy en día se dividen en dos grandes tipos.
Los normales que vienen en forma de diamante o rectángulo y los pequeños. Diseñados para aquellos adultos que requieren de una mayor precisión a la hora de cuidar su boca. Bien sea porque sufren de alguna patología en las encías o porque tienen un malposicionamiento dental o sensibilidad.
No obstante, lo que en líneas generales se aconseja es que la longitud del cabezal abarque el área de dos o tres dientes contiguos y que sea de una forma redondeada.
Fíjate en el material del mango
Aunque algunos lo subestimen, el material del mango de un cepillo de dientes también tiene relevancia a la hora de elegir. En la actualidad, se emplean múltiples recursos para confeccionarlos. El plástico, la madera y algunos derivados del petróleo, son los más comunes.
Pero, sin duda, los de bambú y cerdas de nylon han causado sensación desde su lanzamiento por ser biodegradables y menos contaminantes. Al punto que Colgate y otras marcas reconocidas han sacado líneas enteras de este tipo cepillos.
Aunado a ello, otro de los aspectos que debes considerar para un obtener un mejor agarre es la longitud y el grosor. Estos deben ser acordes al tamaño de la mano de quien lo va a usar. Para un niño sería sumamente incómodo e inapropiado llevar a cabo su limpieza dental diaria con el cepillo de un adulto. Por ello, existen modelos ajustados a cada edad.
Las propiedades antideslizantes y los segmentos cubiertos de silicona, constituyen igualmente uno de los aspectos a evaluar.
Tipos de cepillos de dientes
Si bien la mayoría de las personas opta por los cepillos manuales y de plástico que abundan en las tiendas. La diversidad de modelos que se pueden adquirir es muchísimo más amplia y varía no solo en términos de materiales, sino también de función.
En aras de que los conozcas en detalle, te presentaremos y explicamos para que sirven cada uno de ellos a continuación:
Manuales
Los cepillos manuales son los más usados por el grueso de la población. Las principales razones de peso detrás de esta elección es que son mucho más económicos y asequibles. Aunado a ello, se pueden llevar a cualquier lugar sin ocupar demasiado espacio y no requieren de cargadores, ni de baterías. Otra de sus ventajas más notables es que permiten tener un mayor control sobre la presión ejercida.
Sin embargo, también es cierto que implican un mayor esfuerzo físico y que requieren de cierta habilidad para lograr una limpieza adecuada. Además, de que se obtiene un menor control del tiempo de cepillado en cuestión.
De resto, constituyen una extraordinaria opción, siempre y cuando se sea constante en los hábitos de lavado. Entre las variantes de los cepillos de dientes manuales que se pueden encontrar destacan los siguientes:
De cerdas duras
Son aquellos que tienen los filamentos más rígidos y tiesos y en teoría eliminan mejor las manchas, la placa y los restos de comida. No obstante, se aplicas demasiada presión o tienes sensibilidad dental, corres un mayor riesgo de hacerte daño o lesionarte las encías.
De cerdas intermedias
Se caracterizan por tener los filamentos más pequeños y están indicadas para personas con bocas sanas o con cierto grado de sensibilidad dental. No dañan el esmalte, ni las encías.
De cerdas blandas
Son los cepillos de dientes que deberíamos tener todos en casa, porque además de ser más amigables con la encía, facilitan el acceso a los espacios interdentales. Posibilitando la limpieza de la gingiva y de la lengua sin ocasionar mayores afecciones.
Postquirúrgicos
Como su nombre lo indica, son ideales para llevar a cabo la higiene dental después de una cirugía. En tal sentido, sus cerdas son extra suaves y no provocan ningún tipo de dolor al entrar en contacto con la dentadura. También representan una buena opción para quienes sufren de gingivitis o tienen algún tipo de irritación seria en la boca.
Sulcabrush
Se trata de un cepillo con cerdas en forma de flecha puntiaguda que se emplea limpiar zonas específicas y de difícil acceso. Por tanto, constituye una excelente opción para eliminar la placa que se acumula en los espacios interdentales.
Eléctricos
La segunda categoría de los cepillos dentales más adquiridos en el mundo y recomendados por los odontólogos son los eléctricos. Estos funcionan gracias un pequeño motor y cuentan con batería recargable. Al encenderlos realizan movimientos rotatorios automáticos, tanto hacia adelante como hacia atrás. Posee diferentes velocidades por lo que es posible graduar la intensidad del cepillado sin hacer mucho esfuerzo.
Aunado a ello, algunos modelos vienen con temporizador incorporado e incluyen sensores de presión que emiten una luz cuando se ejerce más fuerza de la recomendada. Todas estas aplicaciones lo hacen tener un precio más elevado, pero por los beneficios vaya que vale la pena pagarlo. En función de su movimiento y velocidad se clasifican en oscilantes rotacionales, sónicos y ultrasónicos.
Los oscilantes rotacionales son los que cuentan con motores eléctricos convencionales. Estos hacen que el cabezal se mueva de un lado a otro en forma de círculo. Los sónicos, por su parte, funcionan a través de vibraciones que llevan a los filamentos a moverse de un lado a otro. Y a diferencia de los normales ofrecen una limpieza más profunda. Pero si quieres tener más velocidad en los movimientos, sin duda, debes apostar a los ultrasónicos.
Algunos de los cepillos eléctricos más comunes son:
Interproximales
Se trata de un dispositivo con un cabezal cilíndrico, más pequeño que el manual. Su función es eliminar la acumulación de bacterias entre diente y diente. Vienen por colores y estos indican el grosor de los mismos.
Son muy utilizados por personas que tiene ortodoncia e implantes dentales para llegar a zonas de difícil acceso. Pero también ofrecen muy buenos resultados en quienes han sufrido enfermedades periodontales. De hecho, todos deberíamos emplearlo en nuestra higiene bucal al menos una vez al día.
De cabezal ortodóncico
Brindan una mejor limpieza dental para quienes llevan ortodoncia, ya que remueven la placa que se queda atrapada entre los brakects. Oral-B, es una de las marcas líderes en la fabricación de este tipo de modelos.
Periodontal
Es un cepillo que se compone de dos cerdas muy suaves que ayudan a eliminar los restos de comida que se acumula entre los espacios de las diferentes piezas dentales. Y como su nombre lo indica, esta diseñado para pacientes que sufren de gingivitis o periodontitis. Aunque su uso en niños que llevan ortodoncia fija, es igualmente recomendable.