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Las anomalías dentarias son la peor pesadilla de quienes desean tener una sonrisa blanca y alineada. Y es que aparte de atentar contra la estética dental, generan diversas complicaciones de orden funcional. Estas alteraciones se producen en términos de posición, volumen, número, forma y hasta por unión. Pero, sin duda, las anomalías por unión, como la geminación dental. Condensan en un solo reglón todos los tipos de variables problemáticas.
Cuando un diente es más grande que el resto y ocupa más espacio del que le corresponde dentro de la arcada dental superior. Claramente rompe con la armonía visual de la sonrisa. Y al mismo tiempo introduce cambios y alteraciones en distintos niveles. La concrescencia, la coalescencia y la sinodoncia. Son tan solo algunas de las irregularidades por unión que se presentan en el desarrollo dentario. Sin embargo, en este artículo nos dedicaremos ahondar geminación dental.
Si tus incisivos tienen un tamaño excesivo y parecen dos dientes en vez de uno. Te invitamos a conocer más sobre esta curiosa afección y sobre las alternativas que existen para tratarla.
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¿En qué consiste la geminación dental?
En materia de dentición, lo normal es que a partir de un germen dentario se forme un diente. La geminación dental o los denominados dientes dobles, aparecen cuando el primordio dentario se divide en dos. Y en lugar de dar paso a la erupción de una corona, permite la emergencia de dos. Pese a ello, ambas se mantienen unidas por una misma raíz y solo del cuerpo para arriba es que pueden estar parcialmente separadas.
Este tipo de anomalía se presenta con mayor frecuencia en los incisivos frontales inferiores, así como entre el incisivo central y los laterales superiores. Aunque también suele manifestarse en menor medida a nivel de morales y premolares. Además, tienen una mayor prevalencia en la dentición temporal. Es decir, que es más común ver alteraciones dentales de esta naturaleza entre la población infantil.
Sin embargo, en líneas generales es una manifestación rara y muy poco común. De acuerdo con la revista Odontología Pediátrica de Madrid, los casos de geminación dental que se registran personas con dentición permanente rondan entre el 0,05% y 0,1%. Mientras que, en niños, pese a ser el grupo etario en el que más se encuentran casos, solo alcanza el 0,5%.
¿Cómo se diagnostica esta anomalía?
Gracias a la ubicación de las piezas dentales que son más propensas a erupcionar con coronas dobles y a sus características físicas. El diagnóstico de la geminación dental es un proceso bastante rápido y sencillo. Por ello, en la mayoría de los casos, con una mera valoración visual, tanto padres como especialistas logran identificar la anomalía.
No obstante, para asegurarse de que en efecto se trata de una geminación dental y no de una fusión. Por lo general, el dentista realiza un conteo manual de todas las piezas dentales presentes en la boca. De este modo, si la persona cuenta con el número regular de dientes, aparte de las dos coronas que se contabilizan como una sola. Podría confirmarse la presencia de una pieza doble.
Pero si se precisa que el paciente tiene menos dientes de los que debería. Se estaría hablando con certeza de una fusión dental. Aunque el especialista también estará en la libertad de realizar o solicitar unos rayos X para ayudarse a diagnosticar mejor el tipo de alteración que afecta la cavidad oral del sujeto. Una panorámica que adicionalmente le brindará una visión más amplia y completa de la estructura dental y maxilar de la persona.
Si se está ante una geminación dental. Lo más probable es que en las imágenes se muestre una única cavidad pulpar. Mientras que, si se evidencian dos o más cavidades pulpares separadas, el diagnóstico corresponderá a una fusión dental.
Principales causas
Si bien se sabe que los dientes dobles son una anomalía que se gesta en el germen dentario cuando intenta dividirse en dos por invaginación. El origen de la geminación dental aun no está del todo claro. Sin embargo, los expertos sostienen que en su manifestación y desarrollo tienen un gran peso los condicionantes de orden genético y hereditario.
Asimismo, se perfilan como otros potenciales factores de riesgo algunas enfermedades, estados nutricionales y tratamientos intensivos que describiremos a continuación:
Genética
La información que llevamos en nuestro ADN influye en la predisposición que tenemos para desarrollar ciertas patologías. Y los dientes no escapan de esa regla. Así como heredamos el color de ojos o el tipo de piel de alguno de nuestros padres y descendientes. También se nos trasmiten rasgos y características que condicionan el tamaño, la forma y hasta la calidad de la dentadura que tendremos al menos durante los primeros años de vida.
En tal sentido, pese a ser una anomalía de baja prevalencia. Los riesgos de desarrollar una genuina geminación dental van de la mano con un fuerte componente genético.
Traumatismos
Recibir un golpe fuerte contra los dientes o sufrir un accidente en el que se vea comprometida la cavidad oral. Puede provocar fracturas o fisuras en el esmalte que dividan en dos una misma pieza dental. Y de no acudir al dentista de forma oportuna, existen mayores probabilidades de que dichos daños se acentúen. Dando la impresión de tener dos coronas, cuando en realidad se trata de un diente segmentado.
Enfermedades infecciosas
Algunas enfermedades infecciosas como las caries generan surcos y orificios que se profundizan a medida que se descuidan o dejan avanzar. Esta es unas principales amenazas de la salud bucodental. Y aunque muchos la subestimen es capaz de causar graves estragos en la superficie de los dientes en muy poco tiempo.
Dividir una corona en dos o hacer que se quiebre en uno de sus extremos. Es tan solo una de las múltiples afecciones estéticas que puede llegar a ocasionar una caries.
La sífilis, por otra parte, es otra de las patologías infecciosas que con seguridad impactan de forma negativa en la formación de los dientes.
Enfermedades sistémicas
La diabetes, el lupus y la artritis reumatoide son enfermedades sistémicas que generan diversas alteraciones en la cavidad oral. Y si bien no son la causa directa de la geminación dental. Aceleran el deterioro de los dientes y las encías cuando no ha sido controladas. Así que dependiendo de la edad pueden tener un grado de incidencia en las anomalías dentarias por unión.
De igual forma, las personas con defectos congénitos como labio leporino y aquellas a las que se le ha diagnosticado síndrome de Down. Tienen un mayor riesgo de desarrollar irregularidades asociadas al germen dentario.
Deficiencia de vitaminas
La alimentación en la fase embrionaria y durante los primeros años de vida, es fundamental para que cada parte de nuestro organismo reciba los nutrientes necesarios. Si un niño tiene anemia o deficiencia de calcio, difícilmente sus encías y estructuras dentarias erupcionarán sanas. De hecho, un bajo aporte de vitaminas A, C y D puede trastocar el proceso de odontogénesis en sus primeros estadios.
Soluciones odontológicas
El tratamiento para los dientes geminados varía en función de la gravedad del caso. En pacientes en los que la alteración es muy leve, el odontólogo puede recomendar conservarlos. El verdadero problema se presenta cuando tienen un tamaño excesivo y empiezan a ocupar el espacio de otros dientes. Dando paso, inclusive, a una mala mordida.
Por ello, en el preciso momento en el que se convierten en un dolor de cabeza para la persona. Y cuando dan paso a serias molestias en la articulación temporomandibular. Algunas de las alternativas profesionales más consideradas son las siguientes:
Extracción
La exodoncia o extracción dental es un procedimiento quirúrgico al que se recurre para devolverle la estética y la funcionalidad a la dentadura. En especial, en casos en los que el tamaño del diente doble es imposible de reajustar o reencauzar con ortodoncia.
Puentes
Tras realizar la extracción de la pieza problemática. Lo más probable es que el dentista necesite llenar el espacio que quedó disponible con una o más prótesis. Por ello, los puentes dentales constituyen una de las soluciones más factibles. Sobre todo, cuando la ausencia de las coronas naturales es seguida y existen dientes adyacentes a los cuales anclarse.
Implantes dentales
En escenarios en los que el paciente prefiera un tratamiento más independiente y firme que reemplace la raíz de la pieza faltante. Los implantes dentales también se suman al abanico de posibilidades para restaurar la armonía de la sonrisa.
En todo caso, la solución más apropiada dependerá de las necesidades de cada persona. Y, por supuesto contar con la asesoría de los mejores dentistas, te facilitará el camino.