Piercing en la lengua

En la mente de algunas personas puede parecer muy sexy y todo. Pero los piercings orales no son necesariamente la mejor idea para tener una buena salud oral. De hecho, se asocian con un mayor riesgo de padecer serios problemas bucodentales. Sobre todo, cuando se trata de un piercing en la lengua, debido a la multiplicidad de bacterias con las que debe entrar en contacto dicha perforación. Independientemente de que el sujeto tenga los más meticulosos cuidados o la mejor higiene posible para evitar infecciones.

Desde la antigüedad y en diversas culturas como la maya. El hombre ha sentido atracción y fascinación por decorar su cuerpo con joyas o accesorios. Básicamente como una forma de autoexpresión o de personalizar aún más su imagen. Y la boca no ha sido la excepción la excepción en este aspecto. Sin embargo, al momento de apostar por un piercing oral, se deben tener ciertas consideraciones. En especial, si se quieren evitar complicaciones en los dientes y en las encías a corto, mediano y largo plazo.

Así que, si estás planeando abrirte un piercing en la lengua o si ya te lo habéis hecho. Toma nota de los siguientes consejos que te daremos en este artículo, en donde te develaremos los riesgos asociados a este tipo de perforaciones y los cuidados que debes tener.

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¿Qué riesgos conlleva tener un piercing en la lengua?

Piercing en la lengua

Muchos de los jóvenes que se ven seducidos por los piercings linguales están en busca de experimentar nuevas sensaciones con la boca. De ahí la connotación sexual que suele imprimírsele a este tipo accesorio que a simple vista puede resultar muy llamativo. Pero que, llegado el momento de abordar sus implicaciones en materia de salud oral, no lo es tanto. Básicamente por las características de la lengua y por la naturaleza del entorno en el que se encuentra.

Además, los materiales que se emplean para elaborar este tipo de piezas, no son precisamente los más amigables con la dentadura y las encías. Y ante cualquier choque brusco con los dientes pueden ocasionar o acelerar la aparición de fisuras en el esmalte dental. Sin contar con el hecho de que el constante roce con los tejidos blandos aumenta las probabilidades de inflamaciones y de sangrado. Tanto en las encías como en las paredes internas de las mejillas.

Y, por supuesto, no podemos obviar que, el órgano que será perforado en estos casos también cumple una importante función a la hora de deglutir los alimentos. Por lo que debe entrar en contacto con múltiples sustancias que a su vez se filtrarán por ese orificio que no está exento de los efectos nocivos de las bacterias.

En tal sentido, te presentamos en detalle los principales riesgos a los que te enfrentas con este piercing. Uno de los menos recomendados por los dentistas por las siguientes razones:

Reacciones alérgicas

Piercing en la lengua

La mayoría de los materiales que se utilizan para la elaboración de los piercings orales son el acero quirúrgico, el titanio, el oro, el platino, la silicona y el bioplástico. Sin embargo, no todos los organismos responden de la misma manera al entrar en contacto con ellos. Y no en todos los establecimientos que venden piercings de moda trabajan con metales auténticos y de calidad.

Así que uno de los principales riesgos a los que te expones al colocarte un piercing en la lengua, es a una reacción alérgica. Qué en el caso de la lengua podría manifestarse con enrojecimiento, hinchazón y hasta con la aparición de ampollas llenas de líquido. Sobre todo, al usar por accidente joyería de níquel.

Dolor e hinchazón durante los primeros días de la intervención

Piercing en la lengua

Un piercing en la lengua implica atravesar dicho tejido musculoso con una aguja y sin anestesia. Por ello, como parte de los efectos inmediatos del procedimiento experimentarás inevitablemente un ligero sangrado, dolor e inflamación en la zona. Una serie de molestias que, con certeza, se prolongarán durante al menos 6 u 8 semanas mientras la herida termina de cicatrizar.

Pero lo más molesto es que, a lo largo de ese periodo, muy probablemente, atravesarás por limitaciones para comer e ingerir ciertos tipos de alimentos. Así como dificultades en el habla que se agravarán si de casualidad el agujero llega a infectarse. Lo cual destaca la importancia de solo ingerir sopas, cremas y yogures y de tomar analgésicos para bajar la hinchazón.

Dificultades para hablar o masticar

Piercing en la lengua

Aún después de que finalice el proceso de cicatrización, un piercing en la lengua puede seguir comprometiendo la capacidad del hablar y masticar con normalidad. Debido a que al chocar con los dientes existe una alta probabilidad de que haga más difícil la pronunciación de ciertas palabras o fonemas.

Aunado a ello, en algunos casos también podría producir una alteración la función de deglución de la lengua durante la masticación. Ocasionando problemas ante la ingesta de diversos alimentos. Tales como el picante y las frutas ácidas.

Daño directo en la superficie dental

Piercing en la lengua

Otro de los efectos más perjudiciales del uso de este tipo de pendientes en la lengua o en la cavidad oral. Es daño directo que le ocasionan a los dientes durante los movimientos de la boca. Especialmente, cuando el piercing tiene terminaciones en forma de boca o con extremos puntiagudos. Puesto a que su constante impacto solo provocará daños en el esmalte, mediante fisuras y fracturas que harás que las piezas dentales sean más propensas a sufrir de caries.

Desgarros o traumatismos por las joyas

Piercing en la lengua

La heridas o lesiones suscitadas por el roce de los extremos o del cuerpo del piercing al entrar en contacto con la encía. Constituye otro de los grandes males que suele generar la disposición de estos accesorios. Pero, sin duda, los desgarros son una de las consecuencias e incidentes más dolorosos que puede experimentar una persona con piercing en la lengua.

De hecho, los enredos de esta naturaleza son bastante comunes y pueden originarse tanto por una desacertada elección del pendiente. Como por un enganche accidental con objetos de uso cotidiano como el cepillo dental o con una determinada prenda de vestir. Incluso con los mismos alimentos y los labios. Desencadenando un proceso de sangrado que, por lo general, es algo doloroso y que en ciertos casos llega a requerir hasta de sutura.

Aunque todo dependerá de la gravedad de lesión, ya que la reparación y el tratamiento de algunos desgarros pueden demandar cirugía.

Infecciones

Piercing en la lengua

En la boca habitan más de 700 especies de bacterias y pese a que no todas malas. Si que se multiplican a un ritmo vertiginoso. Y las perforaciones en la lengua, en las encías, en los labios o en las mejillas aumentan el riesgo de sufrir de infecciones bacterianas. Debido a que la humedad, más el nuevo orificio que se crea con estas joyas, son un entorno perfecto para la proliferación de microrganismos a mayor escala.

Una complicación que con frecuencia muchos subestiman, pero que incluso puede llegar cegar la vida de una persona. Específicamente, si la infección hace que la lengua se hinche y se bloqueen las vías respiratorias.

Mayor riesgo de enfermedades periodontales

Piercing en la lengua

La gingivitis y la periodontitis, constituyen otros de los inminentes problemas de salud oral a los que favorece un piercing en la lengua. Y es que la fricción del pendiente contra la encía causa, en mayor o menor medida, daño gingival. Una afección que con frecuencia abre paso a un progresivo proceso de deterioro y de retracción de las encías. Agravando el sangrado y la irritación propia de las enfermedades periodontales.

Es decir, que si tus dientes ya venían afectados por la acumulación de placa o de sarro en el borde de las encías. Este accesorio oral no hará que complicar aun más la situación hasta el punto de provocar pérdidas dentarias.

Mayores probabilidades de contraer enfermedades de transmisión sanguínea

Piercing en la lengua

Si creías que los dientes y las encías, son los únicos tejidos u órganos que pueden verse seriamente dañados por un piercing en la lengua. Te equivocas. Someterse a intervenciones de esta naturaleza también aumenta el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sanguínea como la hepatitis B, la hepatitis C y el VIH.

Por ello, si quieres prevenir cualquiera de estas infecciones que pongan en peligro tu bienestar. Evita someterte a este tipo de procedimientos. O asegúrate de que el lugar en donde desees abrirte el piercing esterilicen adecuadamente los instrumentos de trabajo para estos fines. Y, por supuesto, a fin de mitigar el surgimiento de infecciones. Procura limpiar muy bien la perforación con enjuague bucal antiséptico antes y después de cada comida.

Halitosis

Si no llevas una rigurosa higiene bucal y de paso le sumas un nuevo orificio a tu cavidad oral. La acumulación de bacterias será mucho mayor y esto traerá como consecuencia mal aliento. Entre muchas otras patologías bucodentales como las que hemos referido en líneas anteriores.

Así que ten en cuenta que este es otro de los efectos colaterales con lo que deberás lidiar al hacerte una perforación en el interior de la boca.

Maloclusiones dentales

Todas aquellas personas que quieran tener una sonrisa blanca, estética y alineada. También deben considerar que al introducir un cuerpo extraño en su boca. Como una joya o un pendiente. Pueden alterar la mordida y la posición de los dientes, generando maloclusiones dentales. En especial, por el nuevo tipo de fuerza que ejercerá la lengua contra los mismos.

Daño nervioso

Finalmente, pero no por ello menos relevante, hacerse un piercing en la lengua es una potencial amenaza para la capacidad de percibir los sabores. Puesto a que las perforaciones en estas zonas del cuerpo pueden provocar la disminución del sentido del gusto a consecuencia de la destrucción de las pailas gustativas y de los nervios.

Es decir que, por querer estar a la moda. Te estás arriesgando a que tu lengua deje disfrutar de la variedad de sabores que nos hacen amar la comida y todo lo que nos llevamos a la boca. Particularmente, en los casos en los que se suscitan desgarros o infecciones trascendentes.

Consejos para cuidar la salud oral con un piercing lingual

Como se ha constatado hasta aquí, es bien extensa la lista de afecciones y problemas bucales que pueden derivarse de un piercing en la lengua. Sin embargo, si ya te lo has hecho a pesar de sus desventajas, no queda más remedio que extremar los cuidados y la higiene bucal.

Aunado a ello, seguir todas las recomendaciones que presentaremos a continuación también te ayudará a minimizar los riesgos de infección y de daños serios en los dientes. Así que toma nota y pon en práctica, los siguientes cinco tips:

  • Mantén tu boca lo más limpia posible.
  • Lávate las manos con frecuencia.
  • Come alimentos blandos.
  • Mastica despacio y con cuidado para evitar desgarros.
  • Erradica el consumo de chicles y caramelos masticables.
  • Evita fumar, beber alcohol o morderte las uñas.
  • Mantente alerta ante los indicios de infección.
  • Realiza visitas periódicas al dentista.
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