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Las fracturas dentales son una de las emergencias más comunes que atiende el dentista. Estás se producen por diversas causas. Los accidentes, las caídas y los golpes durante la práctica de un deporte, son tan solo algunas de ellas. Aunque también podemos ver un diente partido por la mitad a consecuencia de morder alimentos muy duros. En cualquiera de los casos, es un hecho preocupante. Por ello, en este artículo te diremos qué hacer si te encuentras en estas circunstancias.
Los dientes están diseñados para ser resistentes y ejercer una presión media de entre 9 y 31 kilos. De hecho, se considera que el esmalte es la capa más dura del cuerpo, incluso hasta más fuerte que los huesos. Sin embargo, el alto consumo de azúcar, una deficiente higiene bucal y su uso inadecuado para abrir objetos. Al igual que hábitos nocivos como fumar o beber alcohol en exceso, pueden debilitar su estructura y hacerlos más propensos a fisuras prematuras.
Si ha visto comprometida la estética y funcionalidad de tu sonrisa por un traumatismo. Entérate de las medidas que debes tomar para solventar este inconveniente y prevenir daños futuros.
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¿Qué hacer ante un diente partido por la mitad?
Sufrir una fractura dental es una situación que además de dolorosa puede ser muy angustiante. Sobre todo, por motivos estéticos y más cuando las paletas o los incisivos frontales son las piezas afectadas. Sin embargo, por encima de todo se debe mantener la calma y acudir a un especialista a la brevedad posible. La atención temprana en estos casos hará la diferencia entre un pronóstico poco favorable y uno más alentador.
No obstante, como medidas de primeros auxilios ante un diente partido por la mitad y para mitigar el dolor. O para contener el daño mientras te pones en contacto con un dentista de confianza. Te recomendamos poner en práctica los siguientes consejos:
Conserva el trozo que se te ha caído
Si está en tus posibilidades y las circunstancias lo permiten. Procura recoger el trozo del diente que se ha fracturado. Límpialo cuidadosamente con un poco de agua y guárdalo a buen recaudo. Este puede servirte para cuando acudas a la cita con el dentista. Básicamente porque dicho profesional está en la capacidad de utilizar el fragmento para reparar la pieza afectada mediante técnicas adhesivas.
Enjuágate la boca con agua tibia
A fin de eliminar los restos de suciedad que suelen quedar tras un traumatismo dental. Una vez confirmado el daño, lo más apropiado es que te enjuagues la boca agua tibia y hasta con sal para garantizar la limpieza de la zona colindante al diente roto. De esta manera, evitarás la acumulación de bacterias e infecciones secundarias.
Aunado a ello, si presentas abundante sangrado, te recomendamos usar una gasa estéril y aplicar una ligera presión sobre el área para frenarlo.
Usa compresas frías
Si el diente se te partió a raíz de un golpe o accidente. Lo más seguro es que la zona de la boca en la que se encuentra la pieza rota esté hinchada. Aplicar compresas de agua fría te ayudará a bajar la inflamación y a contrarrestar el dolor de forma casi inmediata. Además, disminuirá el riesgo de que aparezcan hematomas.
Evita manipular el diente perjudicado
Las piezas dentales fracturadas de por sí son estructuras sumamente vulnerables que pueden verse aun más debilitadas si las tocas. Por ello, después un accidente que involucre a la cavidad oral o tras recibir un golpe en la dentadura. Debes evitar a toda costa entrar en contacto con el diente afectado, En especial, cuando el quiebre o la fisura es muy profunda y corre el riesgo inminente de acentuarse.
De lo contrario, solo harás que el tratamiento que se amerite para repararlo sea más complejo e incluso podrías provocar la caída total del diente.
En tal sentido, lo más apropiado es esperar el diagnóstico y la valoración del dentista. El especialista al que, además, tendrás que explicarle como ocurrieron los hechos para facilitar el abordaje del caso.
Tipos de fracturas dentales
Las circunstancias que ocasionan una fisura dental son diversas, así como también lo es el grado de afección. En tal sentido, dependiendo de la magnitud del daño y del tamaño del fragmento del diente que se ha desprendiendo. Las fracturas dentales pueden clasificarse en al menos tres tipos. Estos son los más comunes:
Diente astillado
Cuando la pieza dental presenta fisuras superficiales en el esmalte, pero aún no se ha caído o desprendido ningún trozo. Se habla de un diente astillado.
En esta fase, la pieza todavía se mantiene completa. Sin embargo, es preciso acotar que, si un diente astillado no se trata de forma oportuna, puede llegar a romperse. Las fisuras son como una especie de advertencia de que la estructura debe ser atendida con urgencia.
Además, si por alguna razón la persona recibe un choque o un golpe moderado en una corona en este estado. Lo más probable es que termine de ceder, porque ya estaba debilitado.
Rotura parcial
En el preciso momento en el que cae así sea un pequeño pedazo de la esquina de un diente. Podemos referirnos a una rotura parcial. En este punto, empieza a ir en aumento la gravedad de la fractura y será imprescindible que te pongas en contacto con el dentista. Preferiblemente con el trozo dental que se ha desprendido.
Rotura total
Se advierte una rotura total justo cuando se parte al menos la mitad del diente. Ante este tipo de fractura es indispensable acudir de inmediato al odontólogo. De lo contrario, existirán menos posibilidades de recuperar la pieza.
Mientras más tiempo pase sin recibir atención especializada un diente con estas características, mayor será el riesgo de que la pulpa se infecte. Y si esa infección persiste y se propaga podría extenderse hasta las encías y el periodonto, comprometiendo la sujeción y estabilidad del diente.
Los tratamientos aplicados en estos casos van desde empastes y selladores dentales, hasta carillas, coronas e implantes.
Síntomas que se presentan ante un diente roto
En función del tipo de fractura dental que presente cada persona. Los síntomas de esta afección variarán y serán más o menos intensos. Sin embargo, en líneas generales, quien tiene un diente partido por la mitad experimentará las siguientes complicaciones:
Sensibilidad dental
Al quedar expuesta la dentina. El paciente con un diente parcial o totalmente roto experimentará sensibilidad dental durante el consumo de cualquier tipo de alimentos o bebidas frías y calientes. Debido a que la pérdida del esmalte dejará los poros abiertos y se entrará en mayor contacto las capas próximas al nervio.
Dolor
Si la fractura se produce por un golpe o accidente, claramente el desprendimiento dental vendrá acompañado con dolor. Especialmente cuando la pulpa quede al descubierto y sin ningún tipo de protección. Este tejido es sumamente sensible y alberga en su interior el nervio, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo. Por lo que al llega hasta esta capa del diente emergerá un punzante dolor.
Movilidad
Tras la caída de un considerable fragmento dental. Lo más habitual es que trozo de la pieza que quedó adherido a la encía presente cierta movilidad o tenga tendencia a caerse por completo. Por tales razones, se debe evitar la manipulación del diente después del incidente.
Cambio de color
Los golpes severos en la cavidad oral, también afectan los vasos sanguíneos de los dientes y por ello se produce un cambio de color en el esmalte. De este modo, vemos que las piezas impactadas adquieren un tono marrón o grisáceo que, además, resulta bastante antiestético.
Sangrado en las encías
Dependiendo de la fuerza del traumatismo, las encías pueden experimentar un ligero o abundante sangrado. Este, sin duda, es el síntoma que más alarma. Pero a medida que se limpie y trate la zona esta reacción del organismo cesará.
Aunado a ello, se debe retirar previamente la sangre para evaluar la magnitud de la fractura. Mayor sangrad, no siempre se traduce en mayor daño.
Tratamientos para un diente partido por la mitad
Un diente partido por la mitad se considera una fractura de grado mayor. Por ende, para recuperar la estética y funcionalidad de este tipo de piezas. Se requerirá algo más que la aplicación de empastes y selladores. Dichos tratamientos son suficientes cuando se trata de restaurar dientes agrietados, astillados o afectados por las caries. Pero ante la pérdida de un gran fragmento dental se quedan cortos.
En tal sentido, las soluciones odontológicas más idóneas por las que puede optar una persona que ha sufrido una fractura considerable. Se limitan únicamente a carillas, coronas y hasta implantes dentales para casos extremos que demandan de una extracción. Un último recurso, al que solo apela el dentista, cuando la infección es muy severa.