
Ostentar dientes blancos es el anhelo más extendido en estética dental. Todos queremos sonreírle a la vida con seguridad y robar miradas en el trayecto. Lograr ese objetivo pasa por ser constantes con nuestros hábitos de cepillado, pero también por visitar al dentista mínimo dos veces al año. La alimentación es otro de los aspectos que no debemos descuidar y, por supuesto, fumar y beber alcohol, son acciones que en nada suman a la recurrente pregunta de cómo conservar los dientes blancos.
Además de ser un referente de belleza y armonía facial, la apariencia de nuestra dentadura es un fiel reflejo de la salud en general. La aparición de manchas blancas, opacidades, caries o erosiones del esmalte nos advierten las deficiencias que se están suscitando en el organismo. De ahí que los dientes blancos se asocien con bienestar, realización, vitalidad y limpieza.
No dejes que tu imagen se vea estropeada por la coloración de tu sonrisa. Toma nota de los tips que te daremos a continuación y presúmela con confianza.
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¿Cómo conservar los dientes blancos?
Cuando estamos en la búsqueda de tener dientes más blancos, leemos de todo en internet. Pero ojo con eso, se trata de nuestra salud bucal y debemos evitar las improvisaciones con ella. El Consejo de Dentistas de España no recomienda ningún remedio casero para limpiar o blanquear los dientes. Nosotros tampoco. Así que descarta por completo esa idea. Lo que si te sugerimos es empezar a hacer ciertos ajustes en tu estilo de vida que tendrán un impacto positivo en el rasgo más notable de tu rostro.
En ocasiones, de manera consciente o inconsciente, aceleramos el deterioro del esmalte dental, así como la aparición de manchas indeseables. El cigarrillo, el café y los vinos son contraproducentes para la coloración ideal de los dientes. Ninguna persona que fume o beba con demasiada frecuencia podrá tener una cavidad oral 100% sana. Aunado a ello, hacer de la ingesta de café amargo por las mañanas un hábito también incrementará las probabilidades de que nuestra sonrisa adquiera un tono más oscuro y amarillento.
No obstante, el envejecimiento, la genética, la ingesta de ciertos medicamentos y la presencia de patologías no controladas. Son otros de los factores que pueden jugarnos una mala pasada, al igual que el restarle importancia a las visitas rutinarias al dentista. En cualquier caso, si aún te sigues preguntando cómo conservar los dientes blancos, toma en cuenta las siguientes medidas:
Prioriza tu higiene bucal
La clave de toda boca sana está en garantizarse una correcta higiene oral. Esto implica complementar el cepillado con el uso de hilo dental y enjuagues antisépticos. Al igual que no dejar para luego la remoción de los residuos de comida. Antes que atender obligaciones de trabajo y de asumir cualquier tipo de responsabilidad en el día, debes proporcionarle a tus dientes la limpieza que merecen.
Así que, ¿cómo conservar los dientes blancos? Pues, previniendo la acumulación de placa bacteriana y la formación de sarro mediante un cepillado oportuno, después de cada comida. De este modo, si has ingerido vino o café de forma esporádica. Podrás retirar las partículas restantes de la cafeína y del pigmento fermentado de la uva para que no genere alteraciones en el esmalte.
Cambia de cepillo cada tres meses
Con el paso del tiempo y el uso constante, todo cepillo dental se deteriora y deja cumplir con su cometido o de limpiar bien. Además, ten en cuenta que mientras más pasadas haya realizado más bacterias se acumularán entre sus cerdas, incluso si lo lavas con abundante agua. Y es que, al ser el principal instrumento de higiene oral, se convierte también en un potencial foco de infecciones.
En ese orden, procura renovarlo cada 2 o 3 meses para que los filamentos empleados en el aseo de la boca sigan siendo efectivos. Apenas adviertas que las cerdas se abran como abanico evita utilizarlo. Esto aplica para la población en general, pero en especial, en niños y en personas con ortodoncia.
Elige una buena pasta dental
Decantarse por un buen dentífrico es casi tan importante como adquirir un cepillo de dientes que responda a las necesidades de cada individuo. No todas las cremas dentales lograrán ofrecerte la protección adecuada, ni serán lo suficientemente amables con tus encías. Existen al menos 5 tipos de pasta de dientes que debes considerar. Las que tienen flúor, las blanqueadoras, las anticaries y antisarro, las de sensibilidad dental y las infantiles.
Si tu objetivo es aclarar el tono del esmalte o conservarlo lo más blanco posible. Las pastas blanqueadoras representan una extraordinaria opción. Básicamente porque contienen pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno y otros agentes que son eficaces para eliminar manchas como el carbón activado. Sin embargo, todo estará sujeto al estado en el que se encuentre la salud oral de cada individuo.
Lávate los dientes antes de dormir
De todos los cepillados diarios, el que se realiza antes de irse a dormir o 30 minutos después de la cena, es el más importante del día. La principal razón reside en que durante la noche la boca no genera saliva y las bacterias se multiplican a sus anchas. Si se te olvida una vez, no pasa nada, pero evita que se convierta en una costumbre el irte a la cama sin cepillarte.
Si ingieres alimentos ricos en azúcares en la cena, evita dejar pasar mucho tiempo para realizar el cepillado. De esta manera, lograrás prevenir el endurecimiento de la placa bacteriana.
Disminuye el consumo de vino y café
Debido a su intenso color, los pigmentos de bebidas como el vino pueden adherirse al esmalte dental, dando paso a manchas. Si lo haces de manera ocasional, no supondrá un mayor riesgo, pero si se convierte en un hábito a largo plazo podría derivar en dientes de un tono amarillento. Algo similar pasa con el consumo de grandes cantidades de café, pero debido a los efectos de los taninos que contiene este producto.
Por ello, si quieres conservar los dientes blancos evita o disminuye el consumo de este tipo de bebidas. Al igual que del té que posee parte de los mismos elementos responsables de alterar la coloración como el café.
Aumenta la ingesta de vegetales de hoja verde
La zanahoria y los vegetales de hoja verde como la espinaca, a l igual que los derivados lácteos como el queso y el yogur. Cuidan el esmalte dental y ayudan a mantener en mejor estado la salud de las encías. Así que, cuando pienses en cómo conservar los dientes blancos, revisa la dieta que estás llevando y aplica las medidas correctivas. Los frutos como las nueces y las almendras también aportan excelentes resultados en este sentido.
Somos los que comemos y esta premisa tiene una mayor incidencia en el cuidado bucal. Evita la ingesta de salsa de soja y de frutas muy ácidas.
Tratamientos para tener dientes más blancos
Ahora, si tus dientes se tornan amarillentos a pesar de llevar una dieta balanceada y de seguir todas las recomendaciones antes mencionadas. Ten en cuenta las soluciones estéticas que ofrece la odontología para unificar o mejorar el aspecto de tu sonrisa. Ninguna dentadura es 100% blanca. Su coloración varía en función de las capas de los dientes.
Sin embargo, con los siguientes tratamientos conseguirás el blanco estético que tanto has soñado:
Limpieza dental
La profilaxis dental permite retirar cualquier rastro de sarro o placa bacteriana que esté estimulando la aparición de manchas. Antes de considerar algún otro tratamiento, asegúrate de que tu boca esté completamente limpia y libre de microrganismos.
Además, recuerda que las limpiezas dentales forman parte de los hábitos de rutina para prevenir enfermedades periodontales y hasta caries.
Blanqueamiento
Si has visto oscurecida y envejecida la apariencia de tu sonrisa. Un blanqueamiento dental te ayudará a aclarar hasta dos tonos de la coloración del esmalte con el que llegues al consultorio del dentista.
Carillas
Las carillas son finas láminas de porcelana o composite que adhieren a tus dientes naturales para restaurar por completo la cara visible de los dientes. Son una solución ideal cuando de afecciones severas en la coloración del esmalte se trata.