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Aunque algunas personas le resten importancia al cepillado diario. O crean que dejar de lavarse los dientes por dos o tres días seguidos no les afectará en nada. A corto, mediano y largo plazo, los malos hábitos de higiene bucodental pasan factura. Los dientes con sarro, son una de las consecuencias más notables de no remover oportunamente la placa bacteriana. Una película pegajosa que se adhiere a las piezas dentales y que tras endurecerse da origen al sarro.
No acudir con frecuencia al dentista es otra de las variables que incide en la formación del cálculo dental. Un descuido en el aseo oral o los efectos de beber café en exceso, pueden salvarse o revertirse con una apropiada limpieza dental. Pero si, por el contrario, permites que el sarro expanda en el borde de las encías o en las superficies interdentales. De seguro te enfrentarás a problemas mucho más serios.
Si quieres evitar que el sarro comprometa la integridad de tus dientes. Toma las medidas correctivas y quédate con nosotros para que te enteres que otros factores favorecen su aparición y cómo eliminarlo por completo.
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¿A qué se deben los dientes con sarro?
Los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes y que no se retiran de manera diligente se convierten en placa bacteriana. Y como una especie de cadena altamente perjudicial para la salud oral. La placa bacteriana que no se le elimina termina solidificándose después de las 24 horas, dando paso al sarro. Una capa amarillenta mucho más dura y difícil de remover que si se deja avanzar suele derivar en una enfermedad periodontal.
Debido a su naturaleza áspera y pegajosa. El sarro le proporciona a la placa bacteriana una superficie más extensa en donde multiplicarse. Por tanto, las dentaduras y bocas con sarro son más propensas a contener depósitos de bacterias o a alojar un mayor número de microorganismos. En otras palabras, el cálculo dental facilita la adhesión de azúcares y ayuda a la placa a avanzar más rápido.
Factores de riesgo
Otros de los factores que favorecen la formación y expansión de esta antiestética masa, son el uso prolongado e inadecuado de colutorios. Fumar, beber café en exceso, tomar vino, té y llevar una alimentación alta en azúcares, también incrementan las probabilidades de tener sarro.
El resto de las variables que podrían acelerar la aparición de los dientes con sarro son la vejez y el síndrome de boca seca. Al igual que el mal posicionamiento dental que a menudo dificulta la limpieza de la cavidad oral. El PH de la saliva tampoco se queda atrás, ya que a mayor PH aumenta el nivel de acidez que desgasta el esmalte dental.
Pero, por supuesto, la mala higiene bucal es el principal factor desencadenante de esta alteración. Si antes de irte a dormir o después comer, beber o fumar no te cepillas los dientes. Los residuos de todas las sustancias que has ingerido a lo largo del día aumentarán la proliferación de las bacterias. Y, por ende, el riesgo de deteriorar la apariencia y funcionalidad de tu sonrisa.
Tipos de sarro
Los espacios interdentales y las encías, son los lugares en donde aparece con mayor frecuencia el sarro. No obstante, dependiendo de la zona en la que se desarrolle se podrá hablar de dos variantes de la mineralización y calcificación de la placa dental:
Sarro supragingival
Se trata de la película dura y amarillenta que se forma en la superficie de los dientes y en las encías. Por tanto, es la expresión más visible de esta afección.
Sarro subgingival
Como su nombre lo indica, es el tipo de cálculo dental que surge debajo de la línea de las encías. Una característica que lo hace más difícil de percibir y, por ende, de diagnosticar.
¿Qué problemas dentales ocasiona el sarro?
El sarro es el resultado de la acumulación de bacterias en los dientes y las encías. Permitir que esta capa se vuelva más densa y no acabar con ella en sus fases iniciales. Es poner en serios aprietos nuestra salud oral, pero también nuestra integridad física y personal. Todas las enfermedades y afecciones que se desarrollan en la boca tienen un impacto directo en diversas áreas del organismo.
Subestimar el alcance del sarro y de la irritación que ocasiona en los tejidos gingivales, implica un aumento en las probabilidades de padecer:
Caries
Las fracturas y la destrucción progresiva del esmalte de los dientes que provocan por las caries, tienen un origen bacteriano. En tal sentido, si el sarro no se trata correctamente, una de las principales patologías bucales que avivará será la aparición de agujeros en las coronas y en el peor de los casos, la necrosis pulpar.
Por ello, aparte de retirar el sarro, el dentista debe asegurarse de que las piezas dentales estén libres de caries. O en su defecto, aplicar un empaste.
Gingivitis y periodontitis
El sarro induce a la inflamación de las encías y con frecuencia dicho proceso va acompañado por un sangrado de leve a moderado. Los depósitos de placa bacteriana son la causa más común de enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Mientras más se prolongue la presencia de esta película amarillenta en las encías, más expuestas quedarán las raíces de los dientes debido a la recesión gingival.
Pérdida de dientes
Tanto la caries como la periodontitis estimulada por el sarro pueden ocasionar la pérdida de piezas dentales. La primera con la muerte pulpar, en donde el nervio del diente queda completamente afectado. Y la segunda, con la crónica retracción de las encías, dejando a los incisivos, los caninos, los molares o los premolares sin soporte.
Mal aliento
La halitosis es otro de los efectos colaterales más característicos del sarro. La razón es sencilla. Las bacterias se encargan de descomponer los restos de comida que se acumulan en la boca y esto da lugar a un gas con olor desagradable. O a lo que conocemos todos como mal aliento.
Enfermedades sistémicas
Numerosos estudios sugieren que las enfermedades de las encías alentadas por el sarro y la placa bacteriana. Guardan una estrecha relación con el padecimiento de enfermedades sistémicas como la diabetes y con patologías cardiovasculares como la cardiopatía isquémica. Y al mismo tiempo aumentan el riesgo de sufrir de Alzheimer.
Expertos explican que esto se debe básicamente a que dichas bacterias ingresan en el torrente sanguíneo a través del tejido de las encías y se propagan por el cuerpo hasta llegar al cerebro y otros órganos.
¿Cómo eliminar y prevenir los dientes con sarro?
A diferencia de la placa dental que se puede remover con el cepillado regular y con el uso del hilo dental desde casa. Si quieres deshacerte del sarro deberás ponerte en manos de un especialista y agendar una cita con el dentista. Solo de esta manera y con el instrumental adecuado lograrás devolverle la salud a tu sonrisa.
El tratamiento que suele aplicarse en estos casos es la tartrectomía, también conocida como raspado radicular o curetaje dental. Un procedimiento que se efectúa bajo anestesia local y que consiste en desintegrar el sarro mediante ultrasonidos para luego pulir la superficie dental. De esta manera tus encías quedarán libres de sarro subgingival.
Adicionalmente, en pacientes en los que la acumulación de sarro es muy profunda. O cuando es imposible acceder a los depósitos de placa bacteriana con curetas. La cirugía receptiva es otra de las soluciones por las que se decantan los profesionales para decirle adiós a los dientes de sarro. De igual forma, durante la fase de valoración se evalúa si la pérdida ósea es lo suficientemente grave para recomendar un injerto de hueso.
De resto, las recomendaciones esenciales que te podemos dar para prevenir la aparición del cálculo dental son las siguientes:
– Cepíllate los dientes después de cada comida o como mínimo dos veces al día
– No olvides completar tu limpieza bucal con hilo dental. Empléalo por las noches o por las mañanas.
– A la hora de barrer los residuos de comida, divide la boca en cuatro cuadrantes. Así el cepillado será más abarcador y efectivo.
– Dedícale al menos 2 minutos al lavado de cada cuadrante.
– Recuerda incluir la lengua en tu rutina de higiene oral.
– Procura cambiar de cepillo dental cada tres meses. Recuerda que las cerdas se deterioran y no limpiarán de la misma manera tras darle mucho tiempo de uso.
Pon en práctica todos estos consejos y presume una hermosa sonrisa.