La saliva tiene una función lubricante, remineralizadora y protectora de los dientes. La humedad que le proporciona a la cavidad oral facilita el habla. Mantiene bajo control las distintas especies de microorganismos que habitan en la boca y regula su PH, neutralizando los ácidos. Ayuda en la masticación y la deglución de los alimentos, al igual que en la limpieza oral y la digestión. Sin embargo, cuando se produce en exceso se le considera sialorrea y potencia el desarrollo de infecciones.

Si tienes mal aliento, babeo continuo, resequedad y descamación en los labios y fatiga muscular. Además de dermatitis en el mentón, problemas en la voz, alteraciones en el gusto, tos y náuseas. Visita al dentista para que indague en la causa de estos síntomas. Quizás guardan alguna relación con los aparatos de ortodoncia o advierten la presencia de una enfermedad neurológica. En cualquiera de los casos, el diagnóstico temprano hará más sencillo el tratamiento.

 

¿Qué es la sialorrea?

La hipersalivación, ptialismo, babeo o sialorrea, es una patología bucal opuesta a la xerostomía. Provoca una excesiva producción de saliva. Un trastorno que le impide a la persona afectada tragar por completo el fluido lubricante que segregan sus propias glándulas salivales. A consecuencia de ello, la baba se escurre de la boca casi de manera involuntaria y acarrea ciertos problemas psicosociales.

Pese a que no se trata de una enfermedad grave, en líneas generales, merma la calidad de vida del sujeto. Deteriora sus relaciones personales e impacta de forma negativa en su interacción social con su entorno. Esto debido a que durante el habla puede salpicarle la cara a su interlocutor y ocasionar una escena bastante incómoda. Por tanto, constituye una anomalía sumamente molesta.

Si bien nadie está exento a padecer sialorrea, es más frecuente en niños menores de 2 años de edad. Sobre todo, durante esa etapa en la que se rascan las encías y están saliendo los primeros dientes. No obstante, si la hipersalivación se prolonga más allá de los 4 años podría asociarse con una condición patológica.

Aparte de los niños, las mujeres embarazadas, son otra población con una alta prevalencia en lo que a este trastorno se refiere. La salivación desmedida, en estos casos, se manifiesta durante el primer trimestre de gestación. Y aunque la causa de esta anomalía sigue siendo incierta. Se presume que los cambios hormonales o los efectos secundarios de algún fármaco, estarían detrás de ella, cuando se está en estado de gravidez.

 

Tipos de hipersalivación

En función de cuán acentuada y abundante sea la segregación salival. Así como de qué tan notoria sea la incapacidad de contener el flujo de liquido en la cavidad oral. La hipersalivación se clasifica en al menos dos tipos:

Sialorrea anterior

Se caracteriza por una incontinencia de saliva, que termina por filtrarse hacia el exterior. El fluido excesivo se cuela a través de la comisura de los labios o el labio inferior. O, en otras palabras, las personas ponen de manifiesto su incapacidad de retener la saliva en la boca. Esto hace que sea mucho más visible la complicación.

El detonante de esta variante suele ser una enfermedad neuromuscular.

Sialorrea posterior

Constituye un flujo de saliva que, en lugar de salirse de la boca, se dirige hacia la faringe. Por sus características es menos visible. Sin embargo, de no ser controlada a tiempo ocasiona problemas de respiración.

De igual forma, es posible diferenciar y clasificar la hipersalivación de acuerdo a su intensidad. En ese orden, hallamos la sialorrea seca, leve, moderada, grave y profunda. Mientras que, a partir de la frecuencia también es viable establecer otra clasificación. Esta consideración sugiere un babeo ocasional, frecuente y constante.

 

¿Cuáles son las principales causas de la sialorrea?

En la aparición de la sialorrea intervienen diversos factores, por lo que se le concibe como una patología de origen multifactorial. En el desarrollo esta anomalía puede estar implicada una enfermedad neuronal o un cuadro infeccioso. Pero también, una disfunción de los reflejos de deglución. Asimismo, el uso de prótesis dentales removibles y los aparatos de ortodoncia, aumentan los niveles de salivación en quienes los portan.

A continuación, te explicamos en detalle cuáles son las causas más comunes de la sialorrea y cómo inciden en el surgimiento o agravamiento de este trastorno oral:

Consumo de ciertos medicamentos

Algunos fármacos, como el betanecol, el carbacol, la pilocarpina, la epinefrina, la terbutalina, el clonazepan y los compuestos yodados. Generan un mayor flujo de saliva en la boca. Si esta es la causa del trastorno de hipersalivación lo más probable el médico halle alternativas para modificar dicho tratamiento.

Enfermedades crónicas

Las personas con Parkinson, por lo general, tienen la cabeza inclinada hacia adelante y hacia abajo. Dicha postura favorece la acumulación excesiva de baba en la boca. Aunado a ello, la afección severa de los músculos de la cara, en ocasiones da paso aperturas involuntarias. En esos momentos, la saliva suele llevarse hacia afuera.

Parálisis cerebral

Debido a las características de los trastornos de movimiento ocasionados por daño cerebral. A las personas con esta enfermedad se les dificulta coordinar su postura y la musculatura de diversas partes del cuerpo. Entre ellas la musculatura mandibular.

Enfermedades neurodegenerativas

El ELA o la esclerosis lateral amiotrófica, es una enfermedad del sistema nervioso que debilita los músculos. Sus síntomas y la degradación de las funciones básicas comprometen la coordinación de quien la padece. Esto hace que a la persona le cueste mover la saliva hacia la parte posterior de la boca, así como tragarla.

Además, de estas casusas, el ser humano atraviesa por periodos en los que es frecuente la activación de una hipersalivación temporal. Estos casos son:

Etapa de la formación de los dientes

Los bebés y los niños menores de 2 años suelen experimentar una sialorrea temporal. En primera instancia porque no tienen un control sobre los músculos de la mandíbula. Y en segundo orden, por el proceso de formación de los dientes.

Embarazo

Como dijimos anteriormente, los cambios hormonales propios de la gestación hacen que la mujer presente una hipersalivación. Una alteración en la que también influyen los vómitos y las náuseas.

 

Tratamientos

Tras notar una sintomatología similar al de la sialorrea, lo más recomendable es que se acuda a consulta con un especialista. Este se encargará de confirmar el diagnóstico y de precisar la causa del trastorno, así como determinar en qué estadio se encuentra. Una vez recabada toda esa información procederá a prescribir un tratamiento que se corresponda con las necesidades del paciente. O en su defecto lo remitirá con otro especialista para atender el problema de base.

No obstante, de acuerdo al origen y a la gravedad del caso. Las soluciones más comunes que se emplean para frenar el avance de esta alteración, son :

Fisioterapia y entrenamiento oral

En cuadros leves de hipersalivación, en los que el paciente tiene problemas con el control de sus músculos fáciles y reflejos neuromusculares. Los ejercicios de fisioterapia facial y las rutinas de logopedia suelen ser de gran utilidad.

Pauta farmacológica

Si el aumento de la producción salival es producto de un medicamento, se evaluarán otras alternativas para sustituirlo y reducir los efectos secundarios.

Inyecciones de toxina botulínica

A fin de regular propiamente los órganos responsables de la producción de saliva, como lo son las glándulas salivales. Las inyecciones con toxina botulínica constituyen un tratamiento eficaz para reducir parcialmente su actividad.

Cirugía de hipersalivación

Y en última instancia, cuando la patología sea muy severa, se apelará a soluciones permanentes con una intervención quirúrgica. La operación, en estos casos, consistiría en extraer las glándulas salivales o ligar los conductos liberadores de saliva.

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