Más allá de la estética y de ayudarnos a cortar, triturar y facilitar la digestión de los alimentos. Tener dientes y encías sanas influye directamente en la salud general y nos permite gozar de una mejor calidad de vida. Diversas patologías como la cardiopatía isquémica se inician en la boca y guardan una estrecha relación con la inflamación de las encías. De igual forma, aparte de ser una de las principales causas de las enfermedades dentales graves. La mala higiene bucodental, tiene un impacto negativo en otros sistemas del organismo.

En tal sentido, minimizar las probabilidades de atravesar por molestas y dolorosas afecciones orales. Pasa por extremar las medidas de cuidado dental, es decir, por cepillar nuestros dientes a diario y hacer un uso oportuno del hilo dental. Básicamente porque la mayoría de los problemas de salud oral que desglosaremos a continuación se podrían prevenir con visitas regulares al dentista, buenos hábitos de alimentación y dejando de fumar.

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¿Qué causan las enfermedades dentales graves?

En la boca habitan más de 100 millones de bacterias de más de 700 especies diferentes. Algunos de estos microrganismos generan mal aliento, pero no todos son malos para la salud. De hecho, muchos de ellos están de nuestro lado y favorecen en gran medida el proceso digestivo. Por otra parte, la saliva cumple una extraordinaria función lubricante en la cavidad oral y ayuda a eliminar millones de bacterias a diario.

No obstante, el tipo de microorganismos que están presentes en la boca de cada individuo depende de múltiples factores. Lavarse los dientes después de comer no es un hábito negociable cuando se trata de deshacernos de las bacterias dañinas. La saliva no sustituye en ningún momento la limpieza del cepillado y del enjuague bucal.

Aun así, otras variables como fumar o beber alcohol en exceso, pueden romper con el equilibrio de la flora bacteriana y dar paso a enfermedades dentales graves. Abusar de la ingesta de bebidas carbonatadas y llevar una dieta alta en grasas, es otra de las potenciales amenazas para una dentadura sana. Pero también lo es, estar constantemente sometido a situaciones de estrés y tener un estilo de vida sedentario.

De igual forma, la vejez y las distintas etapas de la vida de una mujer, suelen provocar alteraciones en el ecosistema oral. En personas de edad avanzada la calidad y la cantidad de la saliva disminuye considerablemente, además son más propensos al edentulismo. Mientras que a las mujeres embarazadas los vómitos y la acidez estomacal, con frecuencia le juegan una mala pasada.

Los síntomas de algunas enfermedades de base y la mala alineación de los dientes por una mala mordida o deformaciones en la mandíbula. Completan el cuadro de condiciones propicias para que se desarrollen enfermedades dentales graves. Sin embargo, buena parte de ellas se pueden evitar con una higiene dental y un diagnóstico temprano.

Top 7 de las enfermedades dentales más graves

A la hora de preservar la salud bucodental no se debe subestimar ninguna patología. Todas merecen ser atendidas con responsabilidad y tienen un de grado de seriedad e importancia dentro de la cavidad oral. Además, están en la posibilidad de tornarse más o menos complejas si se les deja llegar a un estadio más avanzado o se les trata de manera precoz.

Para algunos, una caries es una enfermedad de peso menor, hasta que su nivel de destrucción alcanza el nervio y se desata el dolor. Algo similar ocurre con la gingivitis y la periodontisis. Muchas personas normalizan el sangrado de las encías, cuando claramente las encías sanas no sangran. Este síntoma es un indicador de que no se están cepillando correctamente los dientes. Pero con frecuencia se ignora hasta que la recesión gingival se agudiza, dejando expuesta la raíz de los dientes.

Tanto las enfermedades periodontales como las caries pueden desencadenar serias infecciones y provocar la pérdida de piezas dentales. Pero, además, su aparición y avance dejan daños considerables en los tejidos blandos de la boca e incluso pueden llegar a comprometer el hueso alveolar. Pese a ello, es innegable que hábitos nocivos como el tabaquismo provocan enfermedades mucho más mortales como el cáncer oral. Sin embargo, no por ello se deben minimizar los síntomas del resto de las patologías.

En ese orden, te presentamos un listado en el que se resumen las enfermedades dentales más graves frente a las cuales no debes bajar la guardia desde el principio:

Caries

Además de ser la patología bucodental más extendida en el mundo. La caries es una amenaza silente que pone en riesgo la integridad de los dientes. No siempre es tarea fácil precisar su ubicación a simple vista. En ocasiones permanece oculta por meses haciendo mella en el interior de las piezas dentales. Hasta que empieza a dar signos visibles de destrucción.

De ahí la importancia de ponerse en control con el dentista para detectarla en una fase temprana. No obstante, si tienes mal aliento y sensibilidad dental o notas la aparición de pequeños orificios y manchas blancas en la superficie de algún diente. Enciende las alarmas, porque son síntomas incipientes de la presencia de caries.

Halitosis

La halitosis es una afección común entre la población adulta. Tiende a agravarse a medida que pasan los años. Especialmente por la disminución de la calidad y la cantidad de la saliva que se encarga de lubricar y oxigenar la cavidad oral. Por tanto, los adultos mayores tienen una tendencia más alta a experimentar está molesta sensación y a exhalar un aire más fétido e intenso.

Una persona puede padecer de mal aliento por causas fisiológicas o patológicas. La halitosis fisiológica es un proceso natural y característico del ser humano. Mientras que la patológica está íntimamente relacionada con enfermedades respiratorias, digestivas, neurológicas y sistémicas. Y obviamente es ocasiones también es el resultado de una deficiente higiene bucal.

El rechazo en su interacción con los demás y la pérdida de confianza en sí mismo, son los aspectos que más afectan a quienes padecen de este problema de salud bucal.

Gingivitis

La gingivitis es el principio de la enfermedad periodontal y se caracteriza por la sensibilidad, el enrojecimiento, la irritación y el sangrado de las encías. Si tras cepillarte experimentas alguno de estos síntomas, lo más probable es que estés atravesando por la fase inicial de esta patología dental. Otros de sus signos más notables es retracción gingival. Así que tus dientes se sienten aparentemente más largos, preocúpate, porque eso solo significa que están quedando más expuestos.

La acumulación de placa bacteriana, así como fumar y llevar una dieta alta en azúcares. Constituyen los principales factores desencadenantes de este proceso inflamatorio que de no ser tratado a tiempo corre el riesgo de agravarse y convertirse en periodontitis. Por lo general, la gingivitis se cura con una o varias limpiezas profundas. Si refuerzas tu higiene bucodental y eres constante, verás resultados en pocos días. No dejes que la placa te tumbe los dientes.

Periodontitis

La periodontitis es el resultado de una gingivitis no controlada de forma oportuna. Es el estadio más avanzado de la enfermedad de las encías y a diferencia de su predecesora afecta también los tejidos duros que soportan los dientes. Es decir que atenta contra el hueso alveolar y los ligamentos periodontales. Por ello, suele provocar la caída de una o más piezas dentales.

A diferencia de la gingivitis, en esta etapa ya no basta una limpieza dental para resolver el problema. Se requiere un tratamiento mucho más largo y estricto para devolverle la estética y funcionalidad a la boca. Además, le abre la puerta a dolencias más graves como enfermedades cardiovasculares.

Hipomineralización incisivo-molar

La periodontitis es el resultado de una gingivitis no controlada de forma oportuna. Es el estadio más avanzado de la enfermedad de las encías y a diferencia de su predecesora afecta también los tejidos duros que soportan los dientes. Es decir que atenta contra el hueso alveolar y los ligamentos periodontales. Por ello, suele provocar la caída de una o más piezas dentales.

A diferencia de la gingivitis, en esta etapa ya no basta una limpieza dental para resolver el problema. Se requiere un tratamiento mucho más largo y estricto para devolverle la estética y funcionalidad a la boca. Además, le abre la puerta a dolencias más graves como enfermedades cardiovasculares.

Bruxismo

El rechinamiento de los dientes de manera consciente o inconscientes durante la noche o el día, ocasiona el desgaste prematuro de los dientes. Al igual que fracturas, fisuras dentales, dolores maxilares, dolores cervicales, sensibilidad dental y retracciones gingivales.

Si te cuesta conciliar el sueño por la noche y te duele la mandíbula. Consulta a un especialista para descartar o confirmar el diagnóstico de esta patología. Aunado a ello, ten presente que, en función de la forma de crujir los dientes, podrías tener piezas con cúspides invertidas o piezas con daños incisales y oclusales. Es decir, con desgastes en la cara de masticación haciendo que los dientes queden planos.

Cáncer oral

El cáncer oral es un tumor maligno que crece en el interior de la boca y compromete alguno de los tejidos de la cavidad oral, como el techo de la boca, la lengua, la garganta, las amígdalas, las encías u otros lugares.

Por lo general, comienza en los labios o en la base de la boca. Para luego propagarse o hacer metástasis y diseminarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre o el sistema linfático. Si no es tratado durante las primeras etapas causa dolores crónicos, pérdida de funciones e incluso desfiguración facial y bucal irreversible.

Después del consumo de tabaco, en sus versiones inhalables y de mascar, y de la ingesta excesiva de alcohol. El virus del papiloma humano, se perfila como otro potencial factor de riesgo que está ganando terreno dentro de las estadísticas. Básicamente, producto del sexo oral sin protección y alza de la promiscuidad.

Ante éste y otros escenarios. Recuerda que la clave está en la prevención.

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