Todo en exceso es malo y esta afirmación también aplica para el cepillado dental. A menudo se nos recomienda usar una pasta de dientes con flúor. Este mineral, ciertamente, fortalece el esmalte y ayuda a prevenir las caries. Incluso contribuye con la reparación de dientes que han sufrido una descalcificación menor. Pero poco se advierte que una prolongada exposición al flúor da paso a una afección dental denominada fluorosis.

Si tú o tu hijo tienen pequeños puntos de color blanco en los dientes. Manchas que van del amarillo al marrón oscuro. Irregularidades en las superficies de alguna pieza dental, porosidad y pozos o ranuras muy evidentes. No dudes en programar una cita con el dentista para que determine si dichos síntomas, en efecto, se corresponden con una hipomineralización del esmalte.

 

¿Qué es la fluorosis dental?

La fluorosis es una alteración en la formación del esmalte dental ocasionada por la sobrexposición al flúor durante la odontogénesis. Es decir, durante el proceso de desarrollo de los dientes. Ocurre cuando los niños menores de 8 años ingieren grandes cantidades de flúor. Bien sea a través de los alimentos o mediante el uso de productos de higiene bucal no aptos para su edad.

Por lo general, es una patología indolora, sin embargo, tiene un impacto estético negativo bastante evidente. Al principio se manifiesta como un salpicado de manchas blancas o de líneas finas muy delgadas. Pero, a medida que se hace más severo genera defectos estructurales graves, que se traducen en una mayor fragilidad.

La alteración del color esmalte pasa de blanco a castaño hasta llegar a los dientes jaspeados. De hí en adelante, se es más propenso a la aparición de caries, lesiones u orificios. La prevalencia de la fluorosis es más alta en niños, aunque los adultos también pueden padecerla. En los últimos años, se ha registrado un aumento de esta patología a nivel mundial. Esto debido a las altas concentraciones de flúor en el agua.

 

Tipos de fluorosis

Dependiendo de la severidad de las manchas que presente el paciente en el esmalte. Del grado del daño o deterioro del mismo. Y de si los dientes se han vuelto porosos y si se dejan ver huecos o fisuras al sonreír. La fluorosis se clasifica en al menos tres tipos:

Leve

Es la más suave de todas y a la vez la más común entre la población. Se caracteriza por la aparición de ligeras líneas o estrías en la superficie dental.

Moderada

Supone una ligera escalada en el avance de la afección. Se expresa mediante manchas en tonalidades blancas sobre la capa protectora de los dientes. Sin embargo, en este estadio aún no acarrea una fragilidad que los haga blanco fácil para las caries.

Severa

Como su nombre lo anticipa es fase más grave de la alteración. En ella se presentan manchas que cubren al diente en su totalidad y provoca rugosidades en el esmalte. Modifica considerablemente el diente y lo hace más proclive a la sensibilidad dental y a las caries.

 

¿Qué factores desencadenan la fluorosis dental?

Como se ha recalcado hasta ahora, la indiscutible causa de la fluorosis es la sobredosis de flúor desde temprana edad. Un niño de 2 a 3 años no debería exceder la ingesta 1000 ppm de flúor. Si no se quiere que desarrolle problemas en la formación del esmalte.

Por tanto, se han de tener en cuenta ciertos factores que aumentan el riesgo de contacto directo e indirecto con este mineral. En especial, cuando se trata de un porcentaje mayor al que se recomienda.

En tal sentido, se ha de estar atento y evitar el consumo o uso de:

Agua con alta cantidad de flúor

El agua de los grifos que llega a ciertas zonas contiene altos niveles fluoruro. Lo que hace más conveniente el consumo de agua embotellada para reducir los efectos secundarios.

Alimentos procesados con agua fluorada

Ingerir comidas preparadas con agua fluorada resulta tan perjudicial como el tomar líquidos con elevados grados de ese mineral.

Pasta de dientes y enjuagues bucales

Cuando se trata de la higiene bucal de niños pequeños. Los padres deben supervisar que sus hijos usen productos acordes a su edad. Además, han de evitar dejar a su alcance cremas o enjuagues bucales para adultos.

Por lo general, en la infancia a muchos niños les agrada el sabor de la pasta de dientes y suelen tragarla o ingerirla por accidente. De ahí, la importancia de verificar que la escupan y de que usen cremas dentales sin dicha sustancia. Procurando un cepillado de al menos dos veces al día que no sea tan riguroso.

 

Tratamientos

Son muchas las causas por las que salen manchas en los dientes. A la vista de un paciente, a menudo, puede confundirse con otras anomalías o con falta de higiene bucal. Por ello, es fundamental acudir al dentista para que realice una exploración exhaustiva de la cavidad oral. Y confirme o descarte el diagnóstico de fluorosis.

Ya teniendo claro, de que se trata de esta enfermedad, y precisando en el estadio en el que se encuentra. El médico procederá a prescribir un tratamiento más atinado, ajustado a las necesidades del paciente y a su edad. Así, dependiendo de la severidad de las manchas, se indicará desde un blanqueamiento hasta la colocación de carillas.

Cualquiera de los procedimientos llevados a cabo para corregir la fluorosis, persiguen los mismos objetivos. Devolverle la salud, la estética y la armonía a la sonrisa del paciente. Sin embargo, en función del tipo de deterioro del esmalte que se presente, un tratamiento será más recomendable que otro.

A continuación, te presentamos en qué estadio es más útil cada uno. Y cuáles son sus beneficios o ventajas en el restablecimiento de la apariencia y funcionalidad de los dientes. Así como los resultados que ofrece según sea el caso:

Blanqueamiento dental

Cuando se trata de una fluorosis leve, el blanqueamiento dental es, sin duda, la mejor opción. Las manchas ligeras de una persona que curse por este estadio de la enfermedad, son eliminables con este procedimiento.

Bondings dentales

Consiste en una técnica de reparación adhesiva hecha a base de resina. Suele ser de un color similar al diente y se pega al esmalte para mejorar su apariencia. Su aplicación se recomienda en fluorosis que van de leve a moderada.

Carillas

Se recurre a ellas cuando el blanqueamiento y el resto de los tratamientos resultan insuficientes. Por lo general, es la solución ideal en casos de afecciones severas. En las que el daño va más allá de la superficie del diente.

Pese a ello, el blanqueamiento y las carillas son dos estrategias que se suelen combinar para lograr resultados más óptimos. En ese orden, el blanqueamiento se efectúa antes de la colocación de las carillas. A fin de aclarar la tonalidad de las piezas o las piezas sobre las cuales se dispondrán.

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