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Visitar al dentista para una revisión exhaustiva, al menos dos veces al año, es una cita con tu salud que debes priorizar. Las consultas de rutina no solo te garantizan una sonrisa radiante y libre de placa dental a través de limpiezas que minimizan la aparición de cualquier enfermedad periodontal, sino que, además, son claves para descartar o detectar a tiempo anomalías en la cavidad oral que solo pueden ser diagnosticadas con certeza por un experto.
Si tienes manchas blancas o rojas en el interior de la boca que simulan hongos y no se quitan al cepillarlas, dolor al masticar o tragar algún alimento, inflamación e hinchazón en ciertas zonas de la boca, bultos en la lengua y úlceras que no terminan de curarse por sí solas, algo no anda bien en tu organismo y es probable que el dentista extraiga una muestra del tejido afectado para determinar si se trata de una neoplasia benigna o maligna.
El cáncer oral no distingue sexo, ni edad, sin embrago, es más común que se manifieste en personas mayores de 45 años y tiene una incidencia superior en hombres. El borde lateral de la lengua y el suelo de la boca son las zonas en las cuales se localiza con más frecuencia, aunque también existen posibilidades de que se desarrolle en la orofaringe, el paladar blando, la mucosa yugal o el labio inferior. El virus del VPH y hábitos como fumar tabaco y consumir alcohol en exceso aumentan las probabilidades de padecerlo.
En el presente artículo te explicaremos en detalle de qué va esta enfermedad, cuál es su prevalencia en el mundo, qué pasos debes seguir para diagnosticarla de forma precoz, qué cambios en tu estilo de vida te ayudarán a prevenirla y qué tratamientos se aplican en caso de que un especialista confirme la afección.
¿Qué es el cáncer oral?
El cáncer oral es un tumor maligno que crece en el interior de la boca y compromete alguno de los tejidos de la cavidad oral, como el techo de la boca, la lengua, la garganta, las amígdalas, las encías u otros lugares. Por lo general, comienza en los labios o en la base de la boca para luego propagarse o hacer metástasis y diseminarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre o el sistema linfático. Si no es tratado durante las primeras etapas causa dolores crónicos, pérdida de funciones e incluso desfiguración facial y bucal irreversible.
De acuerdo con la Federación Dental Internacional (FDI), es la principal causa de muerte por enfermedad oral en el mundo y representa cerca del 3% de los cánceres que se diagnostican. En España la mortalidad por cáncer oral supera incluso la cifra de fallecidos por accidentes de tráfico.
La incidencia de cáncer oral en el territorio español es de 12 a 15 casos por año en varones y de 2 a 4 casos en mujeres por cada 100.000 habitantes, según la Organización Mundial de la Salud, que prevé un aumento de esta enfermedad en el mundo en los próximos años, sino se toman acciones contundentes para la prevención. Solo en 2022 se diagnosticaron en España alrededor de 8.000 casos de cáncer oral y de faringe.
Después del consumo de tabaco, en sus versiones inhalables, de mascar, en cigarrillos o pipas y el abuso en la ingesta de alcohol, que representan alrededor del 90% de los casos, el virus del papiloma humano, constituye el tercer factor de riesgo, que está ganando terreno dentro de las estadísticas, producto del sexo oral sin protección y alza de la promiscuidad.
Ante este escenario se deben redoblar los esfuerzos en campañas educativas, ya que, además, según datos recogidos por el Consejo General de Dentistas en el Atlas de Salud Bucodental de España 2022, tres de cada diez españoles no han oído hablar nunca del cáncer oral y un gran porcentaje de personas desconoce los factores de riesgo potenciales y los signos de alarma.
¿Cómo se diagnóstica el cáncer oral?
El dentista es uno de tus mayores aliados contra el cáncer oral, pues será él quien te ayude a detectarlo de forma precoz siempre y cuando acudas con periodicidad a consulta. Mientras más pronto se diagnostique más positivo y alentador será el pronóstico de recuperación, curación y reducción del daño y a su vez, se reducirá el riesgo de mortalidad por la enfermedad. La tasa de supervivencia frente el cáncer oral aumenta hasta un 90% si se localiza de forma temprana.
La exploración oral y la biopsia oral se encuentran entre las pruebas y procedimientos más comunes que usa el especialista para precisar la patología.
Durante la exploración oral, inicialmente el médico indagará en los síntomas del paciente y examinará los labios, la lengua, el paladar, la mucosa de las encías, así como otras de difícil acceso en el interior de la boca mediante un pequeño espejo en busca de anomalías como áreas irritadas, llagas o parches blancos. Luego palpará el cuello y el rostro para determinar si existe hinchazón y de ser necesario derivará al afectado a otro especialista para que le haga las pruebas pertinentes.
No obstante, si consigue algún área sospechosa se extraerá una pequeña muestra del tejido para someterla a estudios o análisis más profundos que corresponden a la denominada biopsia oral. Dicho procedimiento lo realizará el dentista, bien sea haciendo un diminuto corte o empleando una aguja para recoger una porción de las células. Ese material se enviará al laboratorio para resolver si se presentan cambios precancerigenos o cancerígenos que den cuenta o no de un futuro riesgo.
Fases de desarrollo del cáncer oral
En función de dónde está ubicado el cáncer, hasta dónde se ha diseminado y si está afectando otras partes del cuerpo se desglosan al menos cuatro etapas de desarrollo. Un alcance que deduce el médico tratante a través de dos pruebas esenciales como la endoscopía e imágenes para el diagnóstico como radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, una vez confirmado el diagnóstico.
Las etapas del cáncer oral se expresan en números romanos y le son de gran ayuda al especialista para prescribir el tratamiento más adecuado:
- En la etapa I o la etapa más baja, el cáncer es pequeño y no mide más 4 cm. Está limitado a una sola zona y no se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes o a lo sumo solo se ha extendido hacia 1 de los más cercanos a la afección primaria, pero ninguno mide más de 6 cm.
- En la etapa II, la enfermedad se divide en 4 tipos de extensiones del tumor. En la extensión del tumor que va del 0 al 2 el cáncer se ha esparcido a 1 o más ganglios linfáticos sobre el lado opuesto de la lesión primaria, pero no se ha propagado a sitios distantes.
En la extensión del tumor 3 o 4, el cáncer ya ha empezado a crecer y mide más 4 cm. Aumenta de tamaño en la base de la lengua, en la laringe, los músculos de la lengua o en las zonas con huesos como el paladar duro o la mandíbula.
- En la etapa III, el tumor mide más 4 cm y crece en las mismas zonas señaladas en la etapa II, con la diferencia que ha diseminado hasta ambos lados del cuello, pero aun así no se ha irradiado a áreas distantes.
- En la etapa IV o la etapa más grave, el cáncer se encuentra en estado avanzado, tiene cualquier tamaño y se ha esparcido a otras zonas de la cabeza, el cuello o incluso a otros órganos del cuerpo.
Tipos de cáncer oral
Los casos de cáncer oral son predominantemente carcinomas de células escamosas, que se manifiestan como células delgadas y planas, similares a las que aparecen en la capa media y externa de la piel que simulan escamas de pez, pero en la superficie interna de la boca.
Pese a ello, existen otros tipos de cáncer oral que, aunque son menos comunes, pueden ser igualmente letales. Estos son:
Cáncer de glándula salival
Se caracteriza por la formación de células malignas en las glándulas salivales, especialmente en las glándulas parótidas que son las más grandes y se ubican justo debajo de la oreja, sin embargo, también aparecen en menor medida en la glándulas sublinguales y submandibulares.
Tener un bulto o problemas para tragar son síntomas del cáncer en glándulas salivales. No obstante, la mayoría de los tumores que se presentan en esta zona son benignos.
Linfoma
Es el tipo de cáncer que se desarrolla en los tejidos del sistema linfático, específicamente en los glóbulos blancos llamados linfocitos los cuales constituyen el sistema inmunitario. Surge, por lo general, cerca de la base de la lengua y de las amígdalas e incluye ganglios agrandados, pérdida de peso, fatiga y sudoración nocturna. Las dos variantes de esta enfermedad son el linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.
Melanoma
Se origina en la piel, puntualmente en los melanocitos que son las células responsables de la pigmentación de la dermis. En el caso de las afecciones orales, este tipo de carcinoma se evidencia alrededor de la boca o en los labios.
¿Qué tratamientos se aplican contra el cáncer oral?
La selección del tratamiento contra el cáncer oral se hará en función de las características del tumor que tenga el paciente, de dónde esté localizado, de la etapa o estadio en el que se encuentra, de cuánto se ha diseminado a otros órganos, del momento en el cual se realizó el diagnóstico de la enfermedad y del estado de salud general de la persona. De este modo, las fases iniciales del cáncer suelen atacarse con cirugía o radioterapia, mientras que en cuadros más graves se aplica una combinación de tratamientos para intentar destruir las células malignas.
Teniendo en cuenta todos esos aspectos y dependiendo del daño ocasionado o de los efectos colaterales que esté provocando la patología, aparte del médico que confirmó la anomalía, el afectado seguramente requerirá de la asistencia e implicación de un grupo multidisciplinario de expertos del sector salud como cirujanos de cabeza o cuello, cirujanos orales o maxilofaciales, patólogos, dietistas, otorrinolaringólogos, radioncólogos u oncólogos.
Los tratamientos que por regla general se suministran en estos casos son la cirugía, la quimioterarpia, la radioterapia y la inmunoterapia que es un tipo de terapia biológica. A continuación que te explicamos en qué consiste cada uno, cuál es la intención perseguida en cada caso y cuándo son más apropiadas unas u otras opciones:
Cirugía
Incluye el uso de láser e inicialmente se emplea para extirpar el tumor o extraer el tejido afectado en aras de eliminar todas las células cancerígenas. Si el tumor es pequeño se realizará una cirugía menor, mientras que los de gran tamaño requieren procedimientos más complejos como la remoción de una sección de la mandíbula o parte de la lengua.
La cirugía también es el camino que se sigue cuando el cáncer se ha propagado por el cuello alcanzando los ganglios linfáticos, los cuales muy probablemente serán extirpados. Y, finalmente, existen altas posibilidades de que se practique una cirugía reconstructiva para regenera la boca y estimular la capacidad de comer o hablar de nuevo. Para ello, en ocasiones se hacen injertos de piel o se colocan implantes dentales en aras de suplir la ausencia de las piezas naturales.
Es muy probable que, tras un procedimiento quirúrgico de este tipo, el paciente experimente dificultades para comer, por lo que será asistido con una sonda que le permita beber líquidos y alimentarse.
Radioterapia
Se realiza mediante una máquina de rayos X con la que se persigue eliminar los agentes activos del cáncer y normalmente se usa tras la cirugía, en casos en los que la enfermedad ha sido precisada de forma precoz y en diagnósticos avanzados para aliviar el dolor del paciente.
Quimioterapia
Se basa en la prescripción de medicamentos para destruir las células malignas, lo cuales suelen ser administrados vía intravenosa o en presentación de tabletas. Las sustancias químicas de este orden favorecen la efectividad de la radioterapia.
Terapia biológica
Consiste en el empleo de anticuerpos monoclonales que bloquean las áreas alcanzadas por las células cancerígenas para evitar su crecimiento. Se combina con radioterapia y es más común su aplicación en estadios graves de la enfermedad, en los que también se recurre a la inmunoterapia ante la ausencia de respuesta de la persona a los tratamientos convencionales.
¿Qué medidas debo tomar para prevenir el cáncer oral?
Disminuir el riesgo de padecer cáncer oral pasa por realizar cambios inmediatos y progresivos en el estilo de vida que van desde la adopción de hábitos más saludables, cuidar la alimentación y sostener encuentros sexuales menos riesgosos hasta llevar un control regular con el dentista. Medidas que, aunque a simple vista parezcan insignificantes, hacen la diferencia en la tendencia a desarrollar alguna complicación de esta índole.
Diversos estudios estiman que entre el 30% y el 40% de los tipos de cáncer podrían evitarse solo con estilos de vida saludables y una alimentación balanceada. En tal sentido, procura:
– Dejar de fumar tabaco
– Bebe alcohol con moderación
– No pases más de un año sin visitar al dentista
– No ignores lesiones como úlceras o llagas que se desarrollen en tu boca
– Aumenta la ingesta de frutas y verduras en tu dieta
– Realiza ejercicio
– Consume más frutas rojas y vegetales crudos
– Usa protector, gorras o sombreros para proteger tu piel de la exposición solar
En Lixdent, contamos con los mejores especialistas en salud dental de todo el territorio español. Conócelos a través del listado de clínicas por ciudades que hemos recopilado para ti y agenda una cita con el especialista de tu preferencia para prevenir esta y otras enfermedades que nos dan señales o se exteriorizan en la boca.
Ayúdanos a bajar las cifras de cáncer oral. La solución está en tus manos. Ponte en buenas manos y prioriza tu bienestar y la salud de tus seres queridos.