
Contenidos
Preservar el buen estado de nuestra dentadura pasa por llevar una correcta higiene bucal, cepillar los dientes después de cada comida, usar enjuague bucal e impedir la formación de la placa con hilo dental. Para ello también se recomienda moderar el consumo de pan, golosinas, cereales, galletas, papas fritas, snacks, leche, frutos secos fritos y frutas confitadas. La razón, es que estos alimentos ricos en azúcares y almidón, se quedan adheridos por más tiempo en los dientes, atrapan bacterias y producen ácidos que debilitan el esmalte y dan origen a las caries.
Si bien la edad, el embarazo, el sexo y enfermedades específicas como el reflujo, favorecen a la aparición de ese agujero que se va comiendo el diente, la dieta y la higiene son factores que influyen de manera determinante. La edad en la que se es más propenso a padecer de caries es en la niñez, pero eso no quiere decir que los adolescentes, los adultos y las personas mayores no puedan verse afectados.
Por tanto, no es menos importante acudir al menos 2 veces al año al dentista para una limpieza de rutina y que verifique si todo está en orden, si se cumplen con los hábitos sugeridos o si de lo contrario se requiere de un tratamiento que ataque la afección antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué son las caries?
La caries es la enfermedad bucodental más extendida en el mundo. Según la OMS, se estima que para 2022, unas 2000 millones de personas padecían caries en dientes permanentes, mientras que 514 millones de niños sufrían de caries en dientes de leche. En términos concretos, se trata de daños permanentes en la superficie del diente que se convierten en pequeñas aberturas u orificios y sino se tratan a tiempo pueden provocar desde un dolor de muela intenso hasta la pérdida de la pieza dental.
Quienes la califican como un problema salud dental “menor”, están muy alejados de la realidad. Que sea un mal común no la hace menos grave. De hecho, es una enfermedad tan silenciosa que no solemos notarla al instante y permanece oculta por un buen periodo hasta que empieza a dar muestras visibles o al ser detectada durante una consulta por el doctor.
Fases de desarrollo de las caries
Al principio, la caries solo afecta la parte externa del diente, que por ser dura, no causa molestias perceptibles en la persona. Sin embargo, a medida que avanza irá calando en capas más profundas del mismo y cuando alcance la dentina, que es un tejido mucho más blando y al que llegan terminaciones nerviosas, comenzará a sentirse el dolor, pues lesionará de cerca a los ligamentos periodontales, el hueso y la encía.
De no ponerle remedio en ese punto, seguirá haciendo mella en la salud bucal y llegará a la pulpa del diente en donde se encuentran los vasos sanguíneos. En ese estadio, lo más probable es que cause una infección que de no ser atendida con urgencia perjudicará tejidos aún más profundos y derivará en la formación de un absceso dental. Una inflamación que resultará bastante molesta para quien la sufra. Al final, se habrá comprometido tanto la pieza dental que requerirá una extracción de raíz.
¿Qué síntomas advierten la presencia de caries?
Pese a que las caries suelen desarrollarse bajo el diente y a que algunas son más agresivas que otras destruyendo una pieza en cuestión de meses o avanzando lentamente, pero de manera crónica y siendo más o menos notorias dependiendo del tamaño, la gravedad y la ubicación. Hay síntomas ante los cuales debemos estar alertas y encender las alarmas porque son signos de que algo anda mal en nuestra boca.
Mal aliento, dolor de muelas, dolor repentino o sin causa aparente, sensibilidad dental, dolor leve o agudo al consumir ciertas comidas o al tomar bebidas dulces, calientes o frías, orificios u hoyos visibles en los dientes y manchas negras, marrones o blancas son claros indicadores de la presencia de una o varias caries.
En primer lugar, el mal aliento de por sí es una enfermedad bucodental aparte, de la que hablaremos más adelante en otro artículo, pero cuando se manifiesta por casos de caries tiende a ser por retención de bacterias y partículas de comida que se alojan en los agujeros y se convierten en un caldo de cultivo que expide un mal olor y deja un mal sabor en la boca.
Por otra parte, la sensibilidad y dolor al hacer cualquier tipo de presión con los dientes, son indicios de que la infección está cerca de la pulpa donde se sitúan los nervios sensibles a los estímulos del calor o el frío, mientras que la decoloración y las manchas, se deben a la degeneración dental o a la pérdida del contenido mineral del esmalte.
¿Cuándo acudir al médico?
Ignorar la existencia de las caries o pretender que se curen solas sin hacer nada, es un error que a la larga te costará mucho. Evítate complicaciones y molestias innecesarias. No esperes a que lleguen a la pulpa del diente para actuar y visitar al experto. Mientras más temprano percibas alguno de los síntomas que te hemos mencionado, más alentador será el pronóstico.
En tal sentido, dependiendo de la fase en que se encuentre la enfermedad, el dentista tomará las medidas correctivas o en su defecto hará que dejes de sentir dolor por una pieza destruida y la sustituirá por un puente fijo o un implante. Los procedimientos variarán y serán más o menos complejos o más o menos invasivos en función del diagnóstico.
Si la caries está en su fase inicial, probablemente se realizará un empaste, eliminando en principio el tejido afectado, para luego colocar en ese espacio el empaste.
Si ha alcanzado la pulpa el especialista tendrá que realizar una endodoncia y retirará el nervio.
Y en casos muy avanzados, en los que el diente está completamente deshecho o resquebrajado y en los que la infección se ha diseminado al extremo de dejar insalvable el incisivo, el colmillo, el molar o el premolar, en esos casos, se procederá a la extracción y reposición de la pieza perdida.
Breves recomendaciones para la prevención
– No olvides cepillarte los dientes tras cada comida, en especial por las noches.
– Procura usar pasta dental con flúor
– Cambia cada tres meses tu cepillo de dientes, así evitarás la acumulación de bacterias.
– Si consumes bebidas con glucosa, fructosa, sacarosa o lactosa, no lo hagas entre comidas y cepíllate a la brevedad.
Si tienes problemas con caries ponte en manos del dentista. En Lixdent tenemos una extensa lista de los profesionales más valorados en el área, con cobertura en más de 20 ciudades del territorio español. Consulta las recomendaciones de cada ciudad y elige la que quede más cerca de ti.